Lo que pasó entre enemigos.




Un día hablaba el Conde Lucanor con Patronio y le dijo:
-Patronio, tengo un enemigo desde hace mucho tiempo que me ha hecho muchas cosas malas, y yo a él, pero estoy harto de que esté todo el día fastidiándome. Decidme, ¿que debo hacer?-
A lo que Patronio le dijo:
- Señor Conde Lucanor, yo tenia un amigo llamado Felipe que vivía en un pueblo de un gran reino. Tenia una panadería a la que iba mucha gente. Felipe estaba casado y tenía dos hijos. El negocio le iba bien, podía alimentar bien a su familia y no le faltaban los amigos, pero tenia un enemigo llamado Guillermo. Guillermo tenia una herrería muy famosa, ya que era la única del pueblo. Guillermo y Felipe se llevaban fatal desde pequeños. Cada vez que alguien entraba en la herrería de Guillermo, él le hablaba mal de la panadería de Felipe, que si robaba el trigo, que si engañaba a su clientela con los precios.
 A Felipe cada vez le costaba más ganar dinero para comprar trigo para el pan y madera para el horno.
 Un día se le ocurrió a Felipe la idea de sabotear el oficio de Guillermo para que tuviera que irse del pueblo y así recuperaría su clientela sin que nadie hablara mal de él. Felipe mandó a su hijo que fuese a encargar una mesa de metal. Mientras guillermo hacía la mesa de metal, Felipe se coló en su herrería sin que Guillermo le viese y se llevó todas las herramientas que pudo. A la mañana siguiente, Guillermo no encontraba sus herramienta, y sin ellas no podía trabajar. Se le acumularon los encargos y seguía sin encontrar sus herramientas. Un encargado del rey fue a pedirle que hiciera 10 escudos, pero Guillermo le dijo que no podía hacerlo porque no tenia sus herramientas. El encargado del rey se marchó muy enfadado y contó lo sucedido al rey. Éste le dijo que si no podía trabajar no hacía nada en su herrería se la cerrarían y se tendría que ganar la vida como pregón. Felipe, que se enteró de todo, y fue a hablar con Guillermo.
-Guillermo, yo soy el que ha cogido tus herramientas. Lo hice para que te fueras y dejaras de molestarme y decir a la gente que yo engañaba a la gente. Te hago un trato, te devuelvo tus herramientas si tu dejas de hablar mal de mi panadería. Además, por el sufrimiento que te he causado, te daré dos barras de pan al día durante una semana.-
-Que sean dos semanas-.
-Hecho-.
Así fue como estos dos enemigos hicieron las paces y no se volvieron a enemistar, sin fastidiarse y dando al otro lo que necesite, como amigos.
-Gracias Patronio, esta historia me ha ayudado a recapacitar sobre como vencer a mi enemigo.
El conde Lucanor mandó poner estos versos:
                                                Si a un enemigo quieres derrotar,
                                               conviértelo en tu amigo y dejareis de luchar

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